Los cambios bruscos de temperatura, la contaminación, los hongos, las algas, las lluvias y los mohos son los principales enemigos de las fachadas de nuestras viviendas y pueden provocar un rápido deterioro de las superficies exteriores alterando su aspecto. En particular, el agua de lluvia se considera la causa principal, tanto de la degradación física (congelación, descongelación y lavado), como de la degradación química (lluvia ácida). Como consecuencia, las fachadas están más expuestas a la agresión de microorganismos que pueden comprometer su aspecto exterior, provocando la formación de esporas de moho y/o algas en nuestras terrazas, balcones y fachadas ajardinadas. Es para superar este problema que se añaden ingredientes activos biocidas a los productos para uso al aire libre.
¿QUÉ SON LOS BIOCIDAS?
Los biocidas se añaden a las pinturas destinadas a las fachadas exteriores de los edificios para evitar la formación de microorganismos nocivos -hongos, algas o moho- que dañan su aspecto estético, ensuciándolos y ennegreciéndolos en poco tiempo. Es bien sabido que los biocidas contenidos en las pinturas al agua son solubles en agua. En consecuencia, debido a las lluvias, también se dilatan rápidamente y van a parar al suelo ya las aguas superficiales y subterráneas.
LA SOLUCIÓN ES EBT
Para garantizar una protección más duradera de las fachadas exteriores, Sikkens ha desarrollado una tecnología capaz de “encapsular” los ingredientes activos biocidas. Se trata de EBT (Tecnología de Biocidas Encapsulados), que:
• garantiza una protección constante y eficaz de la película;
• aumenta su resistencia al lavado;
• permite que las superficies de las fachadas exteriores resistan por más tiempo a las algas, moho y hongos.
En una pintura convencional, la carga de biocida contenida inicialmente es alta, pero se elimina rápidamente, después de un corto período, debilitando la protección de la película de pintura. En el caso contrario, en cambio, de pintar con tecnología EBT, la concentración inicial de biocidas es menor, pero se mantiene constante en el tiempo, garantizando la necesaria protección a la superficie durante muchos años. La tecnología EBT, además de permitir proteger las fachadas durante más tiempo, por lo tanto, también ayuda a reducir el impacto ambiental porque no requiere una alta concentración inicial de biocidas para realizar su función.
EBT VS TECNOLOGÍA ESTÁNDAR
Las ventajas de EBT son muchas:
• estéticamente, los acabados exteriores permanecen protegidos por más tiempo que las pinturas a base de agua que no utilizan esta tecnología;
• de esta forma, se garantiza una reducción de los costes de mantenimiento a lo largo del tiempo;
• se reduce el impacto ambiental, porque se limita la posibilidad de que los biocidas acaben en el suelo y el agua.
Elegir pintar con tecnología EBT, durante la fase de renovación, es estratégico para alinear no solo su hogar con las tendencias estilísticas actuales, sino también para garantizar una calidad impecable a sus exteriores. Sikkens es un socio estratégico, que sabe cómo asegurar una un paso más en el uso de tecnologías y productos al servicio de la sostenibilidad, para garantizar un futuro mejor para todos.