Plantar un árbol ornamental

Plantar un árbol ornamental

Publicado el 19/04/2011 – Modificado el 07/09/2022

Los árboles y arbustos pueden crecer en macetas siempre que se trasladen con regularidad. Un poco de método y paciencia pueden llevar a cabo esta operación.

Texto y fotos Philippe Bonduel

Consejo practico

• No descuides el drenaje, incluso en una maceta de terracota porosa: la tierra se asienta allí mucho más que en el suelo. Elija sustratos flexibles y aireados y proporcione siempre una capa drenante en el fondo del contenedor (grava, etc.).• En depósitos de madera, las raíces tienden a infiltrarse en las paredes, imposibilitando la descarga. Es en el momento de plantar que puedes actuar: prefiere un modelo con paredes removibles o forra el interior de la caja con plástico de burbujas (o equivalente) antes de llenarla con tierra.

Has aplazado varias veces el trasplante del árbol que adorna tu terraza o que guardas en un rincón del jardín. Es hora de actuar porque los signos evidentes de agotamiento deberían alertarte: brotes débiles, hojas raras, flores ausentes…

El “surfacing”, que consiste en raspar y remover la capa superficial de tierra para reponerla con una mezcla rica, permite posponer el trasplante dos o tres años. Más allá de eso, la tierra debe ser completamente renovada.

Descarga exitosa

La fase más delicada es el decapado. Con el tiempo, las raíces han formado un tejido denso que bloquea la planta en la maceta. Como el recipiente suele ser de un material noble (como la terracota), el primer paso es quitar el cepellón sin dañar la maceta.

Para preservar la planta, dos precauciones son esenciales: la primera consiste en dejarla seca el mayor tiempo posible, al límite de la sed, para que el cepellón se retraiga. La segunda disposición es colocar la maceta sobre un buen colchón de periódicos o trapos para que absorba al máximo los golpes durante la manipulación.

Se recomienda la elección de un lugar despejado para trabajar a gusto (jardín, garaje, etc.): limitarás en gran medida el riesgo de rotura de las ramas. Una gran lona extendida sobre el colchón amortiguador le permitirá recuperar fácilmente las caídas (tierra, raíces, ramitas) y por lo tanto trabajar limpiamente.

Reutilizar la misma olla

Con plantas de cierto tamaño, no es necesario cambiar de maceta en cada operación. Es muy posible que se vuelvan a instalar varias veces en el mismo contenedor, siempre que se elimine la mayor cantidad de tierra residual posible y se reduzca el volumen de raíces.

Al igual que las herramientas, la maceta debe limpiarse antes de agregar la tierra nueva para limitar el riesgo de contaminación.

El nuevo sustrato debe ser lo suficientemente nutritivo y rico en humus para regular la humedad y la aireación de las raíces. Evite cualquier adición de fertilizante hasta la reanudación visible de la vegetación. Antes de esta fase, la planta se encuentra en estado de shock y es incapaz de asimilar este impulso.

Una vez finalizado el trasplante, la planta debe regarse abundantemente todos los días: la tierra se asentará poco a poco y los huecos se pueden rellenar.

Separar las raíces

Separar las raíces

Deslice una hoja flexible (cuchillo viejo, regla de metal, etc.) a lo largo del terrón de tierra para aflojar las raíces. Nunca use herramientas rígidas, romperían las paredes.

Retire el suelo desgastado y las raíces superficiales.

Retire el suelo desgastado y las raíces superficiales.

Quite la mayor cantidad posible de tierra de desecho, así como las raíces superficiales. Insiste en los bordes para facilitar los movimientos de ida y vuelta del siguiente paso.

Despegar el cepellón

Despegar el cepellón

Acuesta la planta y usa la base del tronco como palanca para arrancar el cepellón. La ayuda puede ser bienvenida para mantener la olla.

Eliminar extremos

Eliminar extremos

En la parte de abajo, corta con una sierra de mano una torta de raíces viejas para eliminar las puntas. No elimine más de una quinta parte de la altura total del cepellón.

Raspe los bordes

Raspe los bordes

Complete la limpieza con un raspado duro de los bordes de su “torta” de raíz. La operación dejará espacio para el nuevo sustrato y favorecerá la aparición de raicillas.

Corte

Corte

Terminar podando (opcional) las raíces medianas. En caso de duda, corte con moderación, el volumen de las raíces no debe ser mucho menor que el de las ramas.

Cortar las ramas principales

Cortar las ramas principales

Dobla las ramas principales sobre un tenedor y poda las puntas de los brotes terminales. La savia beneficiará tanto mejor a las raíces en formación.

Replantar y agua

Replantar y agua

Extienda el drenaje y el nuevo medio de cultivo en el fondo de la maceta. Coloca la planta y rellena con tierra para macetas, que infiltrarás entre las raíces con un palo. Terminar con un riego.

Texto :

F. Javaud
Foto :

F. Javaud