Mientras que una vez, cuando hablábamos de puertas de interior, inmediatamente y principalmente pensamos en puertas batientes clásicas, hoy, cada vez más a menudo en casas modernas el uso de así llamado puertas corredizas.
Las razones son múltiples.
En primer lugar, el éxito de las puertas correderas debe atribuirse a necesidades prácticas porque, sobre todo frente a lo que no ocurría en el pasado, hoy los espacios habitados se reducen cada vez más a la mínima expresión y por ello es imprescindible encontrar soluciones para ahorrar espacio que te permitan aprovechar y optimizar los metros cuadrados de los que dispones.
En segundo lugar luego viene una cuestión de “moda”: cada vez son más los que por razones puramente estéticas más que funcionales, prefieren optar por la instalación de puertas correderas, especialmente cuando se trata de viviendas habitadas de estilo moderno.
La puerta corredera es, de hecho, un elemento típicamente minimalista y moderno, aunque claramente hoy en el mercado es posible encontrar numerosos modelos aún más clásicos, o incluso campestres, rústicos, étnicos y vintage: no hay límite para la imaginación.
En un momento, las puertas correderas eran mucho más caras que las puertas batientes, por lo tanto, incluso por razones puramente económicas, solo se usaban en caso de necesidad real.
A través del tiempo la diferencia de precio entre una puerta corredera y su puerta batiente se ha reducido considerablemente por tanto, hoy en día, optar por uno u otro es realmente una elección subjetiva, dictada por gustos y necesidades.
Entonces, intentemos entender cuándo realmente no puede evitar usar puertas correderas y cuándo su uso es casi imposible, y luego comprenda cuántas y qué tipos de puertas correderas se pueden encontrar en el mercado hoy en día, para que pueda elegir la que sean más adecuados para ti, no solo desde un punto de vista práctico, sino también desde un punto de vista estético.
Puertas correderas: ¿retráctiles o no?
Cuando se trata de puertas correderas, todo el mundo piensa en el llamado “ataúd” que es a esas puertas que apertura desaparecen completamente en la mampostería, deslizándose dentro de un contramarco especial colocado dentro del espesor de la pared. De hecho, este es el tipo de puerta corredera más conocida y utilizada.
Sin embargo, también hay otro tipo de puerta corredera ya no retráctil, que viene llamado “pared exterior” y que ciertamente es menos conocido y menos utilizado que el anterior, que sin embargo, por su parte, resulta ser muy particular, escenográfico y efectivo.
puertas correderas ocultas
Cuando es realmente imposible abrir una puerta batiente evitando que esto “choque” contra algo, entonces una puerta corredera empotrada es propio el que es adecuado para usted!
Pero ten cuidado: ¡No siempre es posible instalar elementos de este tipo!
Para que esto sea factible, es necesario que la puerta en cuestión se encuentre en primer lugar sobre un muro lineal y luego que éste continúe en al menos uno de los dos lados en una longitud igual o ligeramente superior a la del propio vano.
De lo contrario, el marco no tendrá suficiente espacio para deslizar la puerta hacia adentro. También es bueno asegurarse de que no haya pilares ocultos ni pasajes vegetales en la pared donde se encuentra la puerta; sin contar que en la pared, en correspondencia con donde esté el marco, no habrá lugar para enchufes, ni para colgar cosas pesadas.
puertas correderas exteriores
Obviamente incluso en las puertas correderas exteriores, y a la vista, el marco está ahí y además siempre está bien expuesto (o bien enmascarado, pero por elementos bastante obvios); por esta razón, generalmente se estudian soluciones cautivadoras para hacer que este elemento, en sí mismo técnico y funcional, sea incluso hermoso.
Normalmente nos tenemos que hacer con raíles de acero, cromados o satinados, que quedan totalmente a la vista, de forma que su mecanismo se convierte en efecto en un componente estético fundamental de la puerta, sobre todo si, como suele ocurrir en estos casos, está realizada en cristal.
Ahí ligereza de la puerta y el hecho de que resulte prácticamente suspendido con simples ganchos provoca este tipo de solución es muy escénico y efectivo y se presta perfectamente a escenarios puramente modernos mejor si es original y de diseño.
Obviamente no elige instalar este tipo de puerta para ahorrar espacio a diferencia de lo que ocurre con las de ataúd, en efecto, en estas situaciones es necesario dedicar a la puerta un espacio libre (¡completamente despejado!) a lo largo de la pared igual al menos a su anchura, para que pueda exhibirse bien !
Por otro lado, estas puertas son generalmente muy particulares; a menudo, como ya se mencionó, están hechos de vidrio, que puede ser completamente transparente u opacificado de varias maneras; simple o trabajada; claras, oscuras o coloreadas, en lugar de serigrafiadas o decoradas con temas y elementos singulares.
Finalmente queremos señalar que siempre es posible y muy sencillo sustituir una antigua puerta batiente por una puerta corredera exterior siempre que tenga suficiente espacio a lo largo de la pared adyacente (de un lado o del otro) para deslizarlo.
En este caso no es necesario prever grandes obras mientras que para instalar una puerta empotrada necesariamente tendrá que demoler una parte de la mampostería existente para insertar el marco y el premarco y, a veces, incluso esto no será suficiente porque el grosor de las tablas existentes podría ser demasiado pequeño.
Si estabas pensando en puertas correderas para tu hogar, ¡solo tienes que averiguar por qué tipo optar y elegir el modelo que más te guste!